La comunicación intrafamiliar: una necesidad en la formación inicial del maestro primaria.
- coachingfexva
- 6 sept 2021
- 5 Min. de lectura

La familia ha constituido siempre una preocupación y ocupación de varios especialistas: psicólogos, sociólogos, pedagogos, filósofos, entre otros, por constituir el grupo primario de existencia, formación y desarrollo del hombre. Para la Psicología en particular, en tanto grupo de gran valor para el desarrollo humano y devenido en un campo de estudios donde las interacciones familiares, los procesos, las actividades, la dinámica que determina su funcionamiento, el modo de vida, su existencia, en todo cuanto ocurre en la vida interna de este grupo humano constituyen el centro de atención.
Se comprende que la actividad comunicativa, según la Dr.C Angelina Roméu (2003), constituye la forma esencial de la actividad humana, manifestada mediante la interacción social con el empleo de diferentes lenguajes, valiéndose de códigos, tanto verbales como no verbales para codificar los mensajes y trasmitirlos por medio de diferentes canales. En el contexto familiar revela la actitud de transmisión de valores, conocimientos, modos de actuación, como expresión de sus intereses, expectativas y propósitos.
En este sentido se pretende abordar la comunicación intrafamiliar como proceso básico esencial que define el modo de existencia de la familia. A través de ella se expresan las necesidades e intenciones de los miembros del grupo familiar, se logra una influencia considerable en la formación y desarrollo de cualidades del carácter, valores, aspiraciones y sentimientos.
Especialistas cubanos de reconocido prestigio en el área, han realizado sus contribuciones acerca de este importante proceso y su rol en la familia, como institución social desde y para la escuela. Entre otros: Ares Muzio, P (1990, 2004),
Pedro L., (1991, 2005, 2011); Núñez Aragón, E., (1995, 2005), Álvarez, M. (1993, 1996) y Padrón Echeverría, A.R (2001), los cuales, la consideran como una necesidad para la transformación del cambio educativo.
Lo anterior permite concebir la comunicación intrafamiliar como una necesidad ineludible, en la que el lenguaje llega a ocupar el medio esencial de cognición y comunicación humana y de desarrollo personológico y sociocultural del individuo, de ahí la importancia de este en el desarrollo integral de la personalidad de niños, adolescentes y jóvenes, como el maestro primario en formación, donde la comunicación viene a convertirse en una parte orgánica de dicha profesión. De
hecho, desde la familia, esta se perfecciona, se enriquece o se quebranta en correspondencia con el modelo de profesional que se aspira.
DESARROLLO
La comunicación en la familia
La familia es el grupo humano primario de la sociedad, único y particular. A decir de P. L Castro., “…es el grupo humano en el que las personas viven, allí surgen importantes motivaciones psicológicas y las realizan en diversas actividades. Tanto
para los hijos como para los padres, el hogar es el grupo más cercano, en el que se identifica y desarrolla un fuete sentimiento de pertenencia, y donde enfrentan y tratan de resolver los problemas de la vida cotidiana en estrecha convivencia”. (Castro, 2005, p.38)
Al abordar esta concepción, es evidente el papel de la familia en la formación y desarrollo de la personalidad de su descendencia, su rol de mediadora entre el individuo y la sociedad para el alcance de la identidad personal, de la convivencia, de la realización de actividades, a través de la comunicación, como elemento vital en la transmisión del afecto, la seguridad, la protección, la intimidad. Por ello, la familia viene a ser como la primera escuela donde aprendemos a comunicarnos. La forma en que se aprenda a comunicarse en la familia de origen influirá mucho en la comunicación con los demás. De ahí que constituya el primer espacio de socialización del individuo.
La comunicación es considerada además como la interacción de los seres humanos en su actividad cotidiana, es decir, el intercambio de información, de significaciones, valoraciones. Por tanto, es el proceso en el cual los hombres actúan significativamente, recurriendo a los sistemas de señales e intercambios propios del grupo social en el cual desarrollan su vida diaria.
La comunicación constituye el proceso básico que define el modo de existencia de la familia. Siendo la familia un grupo humano, el intercambio mediatizado por el lenguaje y los sentimientos es parte de su misma esencia. Mediante ella, la familia logra influir en los otros, trasmite información y brinda afecto, protección, seguridad y cuidado. Se experimenta la solidaridad y el apoyo de los demás miembros familiares en las aspiraciones y planes futuros, se encuentra además el espacio para el intercambio, la aprobación de criterios u opiniones personales.
La bidireccionalidad de la comunicación, constituye una de sus características básicas. La comunicación, por tanto, no debe considerarse como una simple transmisión de información de una persona a otra, sino que es un proceso
básicamente interactivo o bidireccional. En dicho proceso comunicativo hay inicialmente un emisor o fuente que elabora y lanza un mensaje y un receptor que inicialmente recibe ese mensaje, si embargo, de modo inmediato se desliga una
transmisión en dirección inversa, dado que el receptor, tan pronto como recibe el mensaje, se convierte inevitablemente en emisor, bien sea por vía verbal o no verbal, bien sea con sus palabras o con sus silencio, produciéndose no una línea sino un círculo comunicativo.
Esta reciprocidad inherente a la comunicación hace que se de un reajuste del mensaje emitido, o del siguiente, como consecuencia de la información recibida, a su vez por el emisor. Se refiere entonces a retroalimentación del proceso que puede ser positivo o negativo. Así el hijo que responde despóticamente a los regaños de su padre, modera su tono al ver que este frunce el ceño.
En el ámbito familiar la comunicación entre los miembros no puede analizarse de modo puntual y aislado, pues las interacciones entre sus miembros son continuas, y recurrentes, lo que permite encontrar estilos e interacciones estables. Si la comunicación es positiva, la familia tiende a la funcionalidad, si se instalan estilos negativos la familia tiende al conflicto y las crisis permanentes.
Es evidente que, ante esta realidad, no escapa la situación en que se encuentran muchos de los jóvenes que, durante su proceso formativo como profesional de la educación, se les presentan serios conflictos comunicativos desde el interior de sus familias, donde la influencia ejercida, lejos de contribuir al buen desarrollo de su formación como educador profesional, obstaculizan de manera directa o indirecta el modelo y perfil planteado por la sociedad.
Algunos teóricos de la comunicación parten de la premisa que la no comunicación resulta imposible, pues ni el silencio o la evasión dejan de ser comunicación, ya que emiten de manera indirecta un mensaje evidente. La comunicación no verbal, va adquiriendo sentido en función del contexto, de las experiencias previas. Por eso una pareja que lleva muchos años juntos, o los padres y los hijos en ocasiones no necesitan hablar para enterarse de lo que está sucediendo, en tanto los gestos, miradas, son expresiones comunicativas.
Esta necesaria amplitud de la concepción de la comunicación, unida a su carácter
bidimensional, constituye un punto clave para entender la comunicación en la familia.
REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
Daudinot Gamboa, Juana
La comunicación intrafamiliar: una necesidad en la formación inicial del maestro primario
EduSol, vol. 12, núm. 40, julio-septiembre, 2012, pp. 42-52
Centro Universitario de Guantánamo
Guantánamo, Cuba
Comments